martes, 7 de febrero de 2012

VI DOMINGO ORDINARIO - B

PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS CORINTIOS 10, 31-11, 1
Hermanos:
Cuando comáis o bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios. No deis motivo de escándalo a los judíos, ni a los griegos, ni a la Iglesia de Dios. Por mi parte, yo procuro contentar en todo a todos, no buscando mi propio bien, sino el de ellos, para que todos se salven. Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo.

COMENTARIO:

Hacedlo todo para gloria de Dios. Aquí está la clave del actuar de san Pablo y también debe ser nuestro motor de actuación en la vida. Es una respuesta concisa y clara. San Pablo les aconseja a los corintios sobre la conveniencia de participar en las comidas de los paganos cuando comen la carne sacrificada a los ídolos; ello hará que se ganen la amistad de los paganos y será ponerlos en el inicio del camino hacia la fe.
Aquí se trata de ganarse a todos para Dios. ¿Nuestros misioneros en tierras de infieles siguen el ejemplo de san Pablo. Lo primero es ganarse para Dios a aquellos pueblos que lo desconocen, procurando dignificar humanamente su vida por medio del alimento corporal, las medicinas, el vestido, la educación… el cariño: Son las obras de misericordia que tenemos tan olvidadas, porque pensamos que la evangelización y la catequesis son lo más importante para atraer a los pueblos a la fe.
San Pablo comparte con los paganos su vida, admira su religiosidad, adopta sus costumbres: se gana la admiración, el respeto y el cariño de las gentes.
¿Qué nos está diciendo Pablo con este sencillo consejo? Que hay cosas secundarias, intranscendentes; se trata de vivir a bien con todos: paganos, judíos, cristianos. Hay que tener como punto de mira, como meta, la salvación de todos. Así actuaba él y, por lo que nos cuenta el mismo Pablo, también Cristo.
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