FESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOS
El filósofo surcoreano Byung–Chul Han recibió el pasado 24 de octubre de 2025 el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades. El semanario Alfa y Omega que sale publicado cada jueves con el periódico ABC se hace eco de la noticia y nos ofrece algunas reflexiones interesantes que nos pueden ayudar en esta festividad de Todos los Santos.
«Solo la intensa experiencia del silencio nos conduce a Dios»,
afirma.
No es
habitual encontrar a un pensador de nuestro tiempo que hable abiertamente de
Dios y tampoco lo es que mencione el silencio, la atención o la contemplación
como las únicas salidas a la crisis que atraviesa Occidente hoy en día. Pero
eso es exactamente lo que hace Byung-Chul
Han, Premio
Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2025.
Afirma
que los trastornos de nuestra época están causados por el abandono de la
reflexión, el retiro y la meditación. Pero Byung-Chul Han no se detiene ahí. Su
mirada es tan abierta que no rehúye la pregunta directa por la trascendencia. Sobre Dios escribe que «no es
Dios quien ha muerto, sino el ser humano al que Dios se revelaba». «Nuestra
sociedad ya no cultiva lo que permite esa experiencia del silencio: atención,
reposo, escucha…».
«La crisis de la religión hoy
no consiste simplemente en que ya no creamos en Dios, sino que hemos perdido la
atención». Por ello, es necesario volver al silencio «la inactividad y el ocio
como caminos que nos abren hacia algo que es más que nosotros».
Critica
una vida dedicada a la productividad, al rendimiento, al consumo y a la
distracción. Aboga por una
oración, basada en el silencio y sugiere que, en realidad, «la atención es
lo mismo que la oración». «Cuando todo se mide por la productividad, la oración
parece inútil», pero precisamente la verdad reposa en esa aparente inutilidad.
Solo así seremos
capaces de atender a «lo que viene de arriba». Pues, al final, «solo la intensa
experiencia del silencio nos
conduce a Dios».
Este es
precisamente el camino que siguieron tantos santos, a los que hoy festejamos: Unos
buscaron el silencio, la quietud, la contemplación, en parajes de vegetación
exuberante o en áridos desiertos, acompañados del monótono sonido de la
naturaleza y la vida salvaje; otros encontraron el silencio interior y a Dios
en él en medio del ruido ensordecedor de nuestras ciudades y descubrieron que
Dios se revela en todas las circunstancias de la vida, también en la
estruendosa sociedad moderna. Invoquémosles particularmente hoy para que nos
ayuden en nuestra búsqueda de Dios.

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