jueves, 20 de julio de 2017

XVI DOMINGO ORDINARIO - A

SABIDURÍA 12, 13. 16-19
Fuera de ti, no hay otro dios al cuidado de todo, a quien tengas que demostrar que no juzgas injustamente.
Porque tu fuerza es el principio de la justicia, y tu señorío sobre todo te hace ser indulgente con todos.
Despliegas tu fuerza ante el que no cree en tu poder perfecto y confundes la osadía de los que lo conocen.
Pero tú, dueño del poder, juzgas con moderación y nos gobiernas con mucha indulgencia, porque haces uso de tu poder cuando quieres.
Actuando así, enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser humano, y diste a tus hijos una buena esperanza, pues concedes el arrepentimiento a los pecadores.

COMENTARIO

Nuestra religión cristiana es una religión de vida y amor. El poder se muestra en la debilidad. El dios de los cristianos no es un dios de venganza.
La abundante literatura homilética de nuestros oradores del pasado, amenazando con terribles castigos  y condenación a los pecadores, quedó archivada en los estantes de las bibliotecas de los monasterios. Hoy no es de recibo dirigirse al pueblo creyente en esa oratoria tremendista y condenatoria, por la sencilla razón que no refleja la imagen de Dios que nos transmite la Biblia.
El Libro de la Sabiduría, que leemos en este domingo, es el último libro que se escribe del Antiguo Testamento. Por lo mismo refleja un importante avance en la revelación de un Dios clemente y misericordioso, lento a la ira y rico en piedad y compasión.
En este libro, Dios muestra su poder en la indulgencia; confunde a los que dudan de su poder, mostrando su fuerza en la aparente debilidad del perdón.
El autor sagrado concluye que así Dios educa a sus hijos a ser indulgentes, aplicando la vara de la justicia con gran humanidad.
Nuestro Dios es el dios de la paciencia y de la misericordia, que se apiada del pecador, perdonando hasta setenta veces siete, es decir, siempre.
*******************

No hay comentarios:

Publicar un comentario