CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS 14, 7-9
Hermanos:
Ninguno de
nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo.
Si vivimos,
vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que, ya vivamos
ya muramos, somos del Señor.
Pues para esto
murió y resucitó Cristo: para ser Señor de muertos y vivos.
COMENTARIO
Perdonar
de corazón es el mensaje que nos dejan las lecturas de la Sagrada Escritura de
este domingo.
San
Pablo, en su carta a los romanos viene a decirnos que si aceptamos haber sido
redimidos por Cristo hemos de entender que a partir de ese momento le
pertenecemos totalmente: «En la vida y en la muerte somos del Señor. Ya vivamos
ya muramos, somos del Señor». Esta idea nos puede llevar a concluir que hemos
sido hechos esclavos, que hemos perdido nuestra libertad; sin embargo, es todo
lo contrario: ser esclavos del Señor es recuperar la libertad perdida por el
pecado, que es quien realmente nos esclavizaba.
San
Pablo pretende hacer entender a los cristianos de la iglesia romana que es
precisamente Cristo quien nos da la libertad deseada.
Ahora
bien, para poseer esta libertad no basta saberse redimidos por Cristo, es
necesario adoptar la vida que él nos invita a vivir en el evangelio.
Hoy,
por ejemplo, el evangelio nos habla del perdón que Dios nos otorga
gratuitamente, es decir, sin pedirnos nada a cambio; y nos pide que nosotros
hagamos lo mismo si realmente queremos gozar de una libertad plena. Solo quien
perdona de verdad -gratuitamente y olvidando- saborea la verdadera libertad,
deja de estar encadenado por el rencor, del “por esta vez te perdono, pero a la
próxima me las pagas todas juntas”.
Sin
duda que los romanos también tardaron en entender a Pablo, como nos sucede hoy
a nosotros.
*******************
No hay comentarios:
Publicar un comentario